viernes, 21 de diciembre de 2012

Cuando quiera y como quiera, da lo mismo.



dic 12 21
De la mula, el buey y de otros que no saben leer
ABC | Camilo Olivares
Que no saben leer o tal vez que han querido leer con torcida intención afirmando que el Papa ha escrito algo totalmente distinto de lo que recoge en su libro «La Infancia de Jesús» y en su preciosa página 76, cuyas lecturas recomiendo. Con comentarios absurdos y con sandeces sin fundamento, han intentado «montar un belén» para escandalizar al pueblo sencillo y atacar la religiosidad popular que a ciertos sectores tanto molesta. Todo el que sabe leer o haya escuchado el relato evangélico del Nacimiento sabe que no se cita la presencia de animales en el establo.

El apóstol san Juan, al terminar su Evangelio, afirma que ocurrieron otras muchas cosas que si se escribiesen no cabrían en todos los libros del mundo. En cualquier personaje histórico ocurre lo mismo que con Jesús: por muy exhausta que sea una biografía, es imposible relatar todo lo que ocurrió, pero el hecho de que no esté escrito no quiere decir que no ocurriera. Muchas cosas pueden considerarse ciertas porque son obvias, por puro sentido común, y otras porque hay indicios o datos que hacen razonables cosas que no fueron escritas, pero fueron verdad. En torno al tema que nos ocupa, en este tiempo navideño se cantarán hermosos villancicos llenos de encanto y poesía, con esa belleza de lo sencillo: «La Virgen se está peinando entre cortina y cortina» ciertamente no lo dice la escritura, pero es razonable pensar que la Virgen se peinara y difícil imaginar que nuestra Dulce Señora anduviese desgreñada. También se canta: «La Virgen lava pañales», y esto no solo es razonable, sino que hay indicios en el relato evangélico; dos veces se habla de pañales: «María lo envolvió en pañales» y en el anuncio a los pastores: «Encontraréis al Niño envuelto en pañales». Es razonable pensar que había que lavarlos, y quién los iba a lavar sino María.

La presencia de la mula y el buey no solamente es razonable, sino que hay datos que la confirman; por ejemplo, la distancia entre Nazaret y Belén, dado el estado ya avanzado de María, hace pensar que usaran un animal como la mula, o incluso una carreta tirada por un buey. El argumento en contra de que los esposos eran pobres no tiene fundamento; no eran pobres de solemnidad, José era artesano, y por otro lado se lo podrían prestar familiares o vecinos. Otro dato evangélico es el pesebre que cita el Evangelio; todo pesebre supone un establo y en él suele haber animales. En la Antigua Escritura hay profecías sobre la mula y el buey: «El buey conoce a su Amo y el asno el pesebre de su Señor: Israel no me conoce, mi pueblo no comprende». Así dijo Isaías. Y Habacuc viene a profetizar que cuando llegue el tiempo aparecerá «entre dos seres vivientes». En la luminosa página del libro de Su Santidad, reconoce lo que todos sabemos: «En el Evangelio no se habla en este caso de animales», pero antes afirma: «El pesebre hace pensar en los animales». Después reafirma: «La meditación guiada por la Fe, leyendo el Antiguo y Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esa laguna». Para los que sepan leer eso es muy serio. El Papa señala que esta ausencia de la mula y el buey es una «laguna» en el relato evangélico y que no solo la meditación, sino también la fe fundándose en la Sagrada Escritura, la ha rellenado o colmado. Cita los textos proféticos de Isaías y de Habacuc aplicándolos a la presencia de la mula y el buey y realiza una preciosa exégesis sobre el simbolismo de estos animales. Alaba que la iconografía cristiana ha captado ya muy pronto este motivo y termina afirmando con rotundidad: «Ninguna representación del Nacimiento renunciará al buey y al asno».

No sé cómo ha podido afirmarse con tanta ligereza que el Papa ha dicho que no existieron la mula y el buey, y los comentarios que esto ha suscitado. Por cierto, que me animó a escribir estas líneas la llamada telefónica de unas monjas de clausura de una pequeña aldea que me preguntaban si podían poner en su belén la mula y el buey, porque les habían dicho que el Santo Padre lo había prohibido. Consultaron al capellán, anciano y muy achacoso, que las atiende, que les había contestado: «Madre, yo no estoy bien enterado, por si acaso no lo pongan». En estos días he puesto el nacimiento en casa recordando el simbolismo de que habla Su Santidad, he colocado la mula y el buey con especial respeto y veneración. Animo a todos a hacer lo mismo, que no falten en los hogares cristianos el pequeño belén o el misterio adornado con primor, y por supuesto animo a cantar los villancicos de nuestra tradición:

«La Virgen se está peinando entre cortina y cortina!». «Sus cabellos son de oro y el peine de plata fina». «La Virgen lava pañales y los tiende en el romero…».

Camilo Olivares, prelado de honor de su santidad.

Fractura



El presidente vencido en las elecciones del 25 de noviembre, como siempre lo hacen todos los nacionalistas, ha levantado la bandera de una cohesión nacional que se identifica con un idioma que nadie ha atacado. Ha llegado, además, a afirmar que en la lengua catalana reside aquello que identifica a una cultura e incluso lo que cohesiona a una sociedad. No. De ninguna manera. La cohesión de una sociedad reside, en primer lugar, en las condiciones de bienestar y de libertad que proporciona. Nuestra cultura se basa en la exigencia de respeto a la dignidad de las personas, en nuestra intolerancia ante la pobreza creciente, en nuestra compasión ante el sufrimiento, en nuestra voluntad de justicia, en nuestra cólera ante los atropellos sufridos por los más débiles, en nuestra resolución de acabar con esta maldita crisis, en nuestra imposibilidad de concebir una sociedad que normalice la exclusión, que se acostumbre a la miseria, que se adormezca ante la desigualdad.

Nuestra cohesión nacional es la que promueve la igualdad de todos los españoles, la que cierra filas ante la violencia, la que protege la integridad de los hombres y mujeres de esta nación. Nuestra cultura es la que no ha dejado de señalar dónde se encuentran los derechos invulnerables, dónde reside nuestro sentido de solidaridad, dónde habita nuestra conciencia. Ser una nación no es una relación con la tierra, ni una inercia de la historia ni un mero acuerdo jurídico. Es la aceptación de principios y valores que nos permiten a todos considerarnos responsables de su conservación y perfeccionamiento.

En un penoso ejercicio de cesión ante la estrategia del nacionalismo, intelectuales y políticos de la izquierda y la derecha vuelven a decirnos ahora que lo de menos son las diferencias de modelos de sociedad y de concepción de la persona que se tengan. ¿Tan pocos son capaces de establecer la defensa de la lengua y de la cultura catalanas al margen del discurso nacionalista? ¿Tan pocos se dan cuenta en el extenso campo no nacionalista de Cataluña y en el territorio del constitucionalismo español de que lo que se defiende con uñas y dientes no es la lengua, sino un sistema educativo adaptado a las obsesiones del nacionalismo? ¿Tan pocos han advertido que los representantes de tres cuartos de millón de electores catalanes han sido convertidos en extranjeros de pleno derecho, al no invitarles siquiera a una reunión celebrada para debatir el sistema educativo de Cataluña? ¿Tan pocos han comprendido que, al identificar la nación y la lengua, lo que se pretende no es la defensa del catalán, sino la destrucción de una sociedad bilingüe y la reducción de todo lo español, incluyendo la lengua castellana, a una condición de extranjería?

Los historiadores sabemos que el catalanismo nació como reivindicación de una cultura vinculada a la lengua, pero que se desarrolló cuando pudo convertir su versión de la cultura en poder político y en hegemonía social. Hubo un tiempo en que el catalanismo quiso hallar cuál era la forma en que los catalanes podían sentirse mejor integrados en España, ofreciendo la perspectiva de una diversidad que nos fortaleciera a todos. En 1906, Joan Maragall defendió la pluralidad de España que Cataluña tenía que garantizar: «El catalanismo ha debido ahondar en su entraña y preguntarse qué había de español en él». Y decía haberlo encontrado fuera de todo afán hegemónico y separador, en el pleno sentido de la variedad en la unidad. Ese catalanismo integrador, que atravesó las turbulencias de nuestro penoso siglo XX, nunca habría visto la lengua catalana y un sistema educativo propio como un almacén de identidades que pudiera abastecer la ruptura con España. Por el contrario, para quienes desde Cataluña fueron autores de nuestra Constitución vigente el catalanismo ya no es, ahora, una forma de ser español en una nación diversa. Ha sido solo una estación de paso para emprender ese viaje hacia ninguna parte que algunos se empeñan en llamar independencia.

Fernando García de Cortázar, director de la Fundación Dos de Mayo, Nación y Libertad.

José Luis Rodríguez Zapatero: "Es evidente que no estuve acertado a la hora de ver la llegada de la crisis"

El ex presidente sentencia: "España no debe pedir el rescate". "Jurar como presidente te obliga a tomar las decisiones que consideres mejor para tu país aunque no para tu partido"

J. F. Lamata, 21 de diciembre de 2012 a las 14:18
La cadena de televisión laSexta sufrió desde el principio el tópico de ser la cadena de televisión 'amiga' del zapaterismo y lo cierto es que el veterano político se ha encargado de corroborar el tópico:La última entrevista de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno fue a la cadena laSexta (al efímero programa de Eva Hache) y la primera entrevista como ex presidente es igualmente para laSexta, en este caso para el exitoso programa 'Al Rojo Vivo' de Antonio García Ferreras, el periodista que - según el diario El País - iba con él a jugar al baloncesto.
Al contrario que el formato actual del programa que comienza con Ferreras haciendo su editorial con clásico melodía - entre bonita y épica - en esta ocasión suprimió el editorial para poner en su lugar las primeras preguntas al ex presidente, antes incluso de presentar a los invitados. Esto causó que mientras Zapatero daba sus primeras respuestas - "Como presidente, si puedo aportar alguna gota de agua"-, lo hacía sobre la fuerte melodía emotiva del inicio de 'Al Rojo Vivo', lo que ha dado pie a comentarios suspicaces de los sectores anti-zapateristas.
Entre los tertulianos del programa no había ninguno de los que más podía poner contra la pared al presidente como Esther Palomera, Eduardo Inda o Alfonso Rojo. Los tertulianos presentes eran el diputado socialista Antonio Miguel Carmona, el también socialista Javier Aroca y Germán Yanke. Frente a ellos estaba la figura de John Müller, el único que podía tener ganas de poner en aprietos a Zapatero: "se equivocó al subir el salario mínimo"
Un Zapatero más conciliador que nunca: "No se debe pedir el rescate"
A pesar de las duras críticas que ha recibido del Gobierno del PP que responsabiliza a su gestión de la crisis actual, Zapatero se mostró conciliador y sin ganas de pronunciar discursos críticos contra el Gobierno español actual.
"No está en mi intención polemizar con el Gobierno. Mi tarea está ahí".
"Es evidente que no estuve acertado a la hora de ver la llegada de la crisis"
Zapatero sí coincidió con Mariano Rajoy en el tema del rescate.
"Creo que no es necesario pedir el rescate"
"Mi única inspiración es ayudar a mi país, y ello supone no incluir elementos de polémica en un momento tan difícil".
"Este es un país que resiste a la comparación con otros países en muchas cosas. Ha hecho en 30 años lo que nadie ha hecho. Ha salido de la oscuridad y vive en libertad".
España y el plan de Artur Mas
Rodríguez Zapatero se mostró firme al defender que España no se rompía y que el referéndum secesionista de Artur Mas no saldría adelante. "La democracia es el cumplimiento de las leyes. En nuestra constitución no cabe ese derecho a decidir que defienden, si Cataluña se separara sería muy negativo para España y para el resto".
El mejor momento de nuestra historia es el momento constituyente, porque fue el momento de los acuerdos. El futuro pasa por hacer una Europa más unida, no más separada.
Para Zapatero la nación es la solidaridad. "Si Cataluña no estuviera en España, tendría que seguir siendo solidario con Europa. ¿Se puede sostener decir que no se quiere ser solidario con Extremadura, y sí solidario con Grecia, no se sostiene. Pero no tengo ninguna duda de que ese plan no saldrá adelante".
El presidente de la Generalitat lo es al amparo de un Estatuto y de una Constitución que ha de respetar.
Zapatero recordó que no es la primera vez que se presenta un reto de esa naturaleza y recordó el caso de Juan José Ibarretxe y el fenecido Plan Ibarretxe.
Defensa del Estatut: "Cuando dije que el concepto nación era discutible, no me refería a España"
Rodríguez Zapatero defendió el Estatuto: "fue un acuerdo que CiU apoyó. El Estatut fue aceptado por la Constitución"
Ferreras- Pero luego el Tribunal Constitucional le hizo un buen boquete.
Zapatero- No, la sentencia básicamente respeta el contenido del Estatut, en incremento del auto-gobierno, el modelo de financiación (...) El último modelo de financiación económica contribuía a que Cataluña pagara menos.
Müller- (...) Esto comenzó cuando dijo que la nación era concepto discutible. (...) Usted creyó a partidos como CiU y ERC.
Zapatero- Esa frase se sacó de contexto
Ferreras- ¿Cuál era el contexto?
Zapatero- (...) El concepto de nación ha sido discutible en la ciencia política, de los más discutidos. De hecho cuando hicimos la constitución nació el concepto de nacionalidad para aludir a la identidad de comunidades como Cataluña, Euskadi o Galicia. (...) Yo me refería a ese concepto de nación como discutible. Pero no me refería a la nación Española. El concepto de nación de España no es discutible. Es una de las naciones con más historia de El Mundo.
EL DECRETAZO DE 2010 Y LA IZQUIERDA
Ferreras- La congelación de las pensiones se vio como una traición al Zapatero de la primera legislatura.
Zapatero- No la mínimas. En mi etapa de Gobierno es cuando más se subieron las pensiones mínimas, un 24%. Luego tuve que congelarlas porque lo entendí necesario (...) (...) Un presidente tiene que pagar en pensiones, en desempleos, en salarios, 100.000 millones, que tiene que pedir a los mercados, a los fondos de inversión, a los bancos, a los fondos soberanos. Si no lo tienes, o si deciden no venir a prestarte, pues te encuentras en una situación angustiosa.Yo sabía muy bien ese día, cuando subí a la tribuna lo que iba a suceder para las personas. Sabía lo que presentaba cuando uno jura como presidente del Gobierno: tienes que enfrentarte a situaciones difíciles, pero tiene que decidir lo que crea mejor para su país y no para su partido, y partido lo ha pagado.
RUBALCABA
Ferreras le sacó unas declaraciones de Alfredo Pérez Rubalcaba reconociendo que el Gobierno de Zapatero dejó la economía española muy mal. Pero si Zapatero no había querido polemizar con Rajoy, menos iba a querer hacerlo con Rubalcaba.
Ferreras- Pero él estaba ahí, creo recordar que era vicepresidente
Zapatero- Es cierto que la cifra de paro era mala y ahora es peor. (...)
Ferreras- ¿Le incomoda escuchar al actuar líder del PSOE decir que la situación está mal?
Zapatero- ¿Pero por qué me va a incomodar decir algo que es objetivo? Si lo sabré yo.
Sobre el tema de las primarias limitó su posición a 'lo que diga el Comité Federal'. La última vez que Zapatero aseguró que habría primarias, fue precisamente en el programa de Eva Hache en 2011 asegurando que habría primarias antes de las elecciones que al final nunca las hubo, supuestamente, por presiones del sector de Pérez Rubalcaba a los zapateristas que apoyaban a Chacon.
Rubalcaba tiene la primera palabra y los militantes la última.
¿A USTED LE SIGUE PARECIENDO QUE BAJAR IMPUESTOS ES PROGRESISTA?
Müller no olvidó que frente el criterio habitual de la derecha baja impuestos y la izquierda los sube, en España la cosa cambió.
Müller- ¿Le sigue pareciendo que bajar impuestos es progresista? Porque ahora hay competencia por ver quien los sube más.
Zapatero- Yo tuve una posición sobre los impuestos que fue muy discutida y seguirá siendo fuente de discusión. Sigo manteniendo que una economía como la española puede mantener un Estado del Bienestar sólido y que, para que la economía crezca, que es la mejor manera de incrementar, pues puede ser un estímulo moderar el IRPF o el impuesto de sociedades. Eso nos ha permitido tener grandes empresas y sociedades. (...)
Carmona- ¿Nos equivocamos con el Plan E?
Zapatero- Yo pienso que no. El Plan E fue keynesianismo típico...
Ferreras- El Supremo ha dicho que la aplicación E en algunos ayuntamientos fue de cachondeo.
Zapatero- No, el Tribunal de Cuentas.
Zapatero, confesó que está escribiendo un libro que prácticamente tiene hecho.
LA BANCA ESPAÑOLA
Uno de los pocos momentos polémicos de polémica fue cuando hablaron de la crisis de las cajas de ahorro.
Ferreras- Usted dijo que el sistema financiero económico era el más sólido del mundo y luego descubrimos que estaba podrido.
Zapatero- Nuestro sistema financiero en 2007 gozaba de muy buena salud...
Ferreras- ¡Las cajas estaban podridas!
Zapatero- Que tentación tenéis de no dejar acabar los argumentos.
Carmona- No se lo puede imaginar.
Ferreras- Es irrefrenable en mi condición periodística, me gusta interrumpir.
Zapatero cargó entre líneas contra el ex gobernador del Banco de España, Fernández Ordoñez, por no 'regular' y supervisar correctamente, una crítica que también podía alcanzar a la CNMV.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Proceso de convocatoria de la consulta sobre el futuro político de Cataluña



Proceso de convocatoria de la consulta sobre el futuro político de Cataluña
A lo largo de los últimos treinta años, una parte muy importante del catalanismo se ha comprometido a fondo con la transformación del Estado español para encajar Cataluña en él sin haber renunciado ni a las legítimas aspiraciones nacionales, ni a la voluntad de autogobierno, ni a la continuidad como nación.
Pero los intentos de encaje de Cataluña en el Estado español y las reiteradas respuestas negativas de éste son hoy una vía sin recorrido.
Es por este motivo que CiU y ERC consideran que Cataluña debe iniciar una nueva etapa basada en el derecho a decidir para garantizar el progreso social, el desarrollo económico, el fortalecimiento democrático y el fomento de la cultura y la lengua propias.
En este sentido, CiU y ERC manifiestan su compromiso explícito y la determinación política de hacer una consulta al pueblo de Cataluña para que pueda decidir democrática y libremente su futuro colectivo.
Cataluña se encuentra ante una oportunidad que solo se presenta una de cada muchas generaciones: la oportunidad de construir un nuevo país; la oportunidad del pueblo catalán de ser protagonista de nuestra historia; la oportunidad de poner la política en el centro del debate público; la oportunidad de construir una sociedad mejor basada en la justicia social y la equidad; la oportunidad de reafirmar nuestro compromiso con la democracia, con la paz y con Europa.
Como cualquier otra nación, Cataluña necesita disponer del instrumento de un Estado que le permita desplegar con la máxima ambición un proyecto propio de país. Cataluña puede vivir mucho mejor de lo que ahora lo hace. Lo podría hacer si dispusiera, por un lado, de todos los recursos que generamos los ciudadanos y empresas de Cataluña y, por otro lado, de la capacidad de decisión, del poder político sobre todo lo que nos es propio y nos afecta.
Por estos motivos, CiU y ERC expresan el compromiso de que el pueblo catalán se pueda pronunciar, mediante una consulta, sobre la posibilidad de que Cataluña pueda convertirse  en un Estado en el marco europeo, para disponer, de esta manera, de las herramientas necesarias para superar la crisis económica, favorecer el crecimiento y garantizar la cohesión y el bienestar de la sociedad catalana.
En este sentido, y en función de los compromisos descritos, CiU y ERC acuerdan:
1. Formular una “Declaración de Soberanía del Pueblo de Cataluña” en el primer Pleno extraordinario de la décima legislatura, que tenga por objeto fijar el compromiso del Parlamento con el ejercicio del derecho a decidir del pueblo de Cataluña.
2. Aprobar la Ley de consultas a partir de los trabajos iniciados en la anterior legislatura, incorporándole las modificaciones y enmiendas que se consensuen. En este sentido, se establece el compromiso de impulsar el inicio de la tramitación parlamentaria como máximo a finales del mes de enero de 2013.
3. Abrir un proceso de negociación y diálogo con el Estado español para ejercer el derecho a decidir que incluya la opción de convocar un referéndum, previsto en la Ley 4/2010 del Parlamento de Cataluña, de consultas populares por vía de referéndum. En este sentido, se establece el compromiso de formalizar la petición dentro del primer semestre de 2013.
4. Crear el Consejo Catalán para la Transición Nacional, como órgano de impulso, de coordinación, de participación y de asesoramiento del Gobierno de la Generalitat en relación con las actuaciones del proceso de consulta y transición nacional, y con el objetivo de garantizar su impulso y materialización.
Este organismo estará integrado por personalidades de reconocido prestigio y/o representativas de los diversos ámbitos vinculados al proceso de la transición nacional y la preparación y celebración de la consulta.
El Consejo deberá favorecer la participación en el proceso de las entidades económicas, sociales y culturales de nuestro país, así como de las formaciones políticas favorables al derecho a decidir y a la celebración de una consulta.
5. CiU y ERC se comprometen a trabajar todos los procedimientos formales, jurídicos e institucionales posibles hasta el 31 de diciembre de 2013 para estar en condiciones, a partir de entonces, de convocar la consulta de acuerdo con el marco legal que la ampare, dentro del plazo del año siguiente \[2014\] con la excepción de que el contexto socioeconómico y político requirieran una prórroga. En todo caso, la fecha será pactada, al menos, por las dos partes firmantes.
6. Convocar una consulta para que el pueblo de Cataluña se pueda pronunciar sobre la posibilidad de que Cataluña se constituya como un Estado en el marco europeo.
CiU y ERC acuerdan trabajar para consolidar una mayoría social amplia que permita garantizar el éxito de la consulta y del proceso de transición nacional.

No existe cauce legal alguno para la consulta (editorial ABC)



No existe cauce legal alguno para la consulta

Vapuleado en las urnas y acosado por las denuncias de corrupción, Mas, literalmente, huye del Estado de Derecho, que personalmente ya le resulta incómodo. Quiere el suyo propio

DOLIENTE de las heridas que dejó su histórico fracaso en las elecciones, Artur Mas se entregó ayer de manera definitiva a ERC al comprometerse, a cambio de sus votos, a celebrar un referéndum ilegal en 2014. El líder convergente ha optado por un camino lindante con la sedición y se muestra dispuesto a vulnerar la Constitución, el Código Penal (vía prevaricación), la normativa de la UE y hasta el sentido común en su huida a ningún sitio. Mas se ha aliado con el peor socio posible para forjar un pacto contra España, ni más ni menos. Desoyendo todas las apelaciones al diálogo lanzadas desde el Ejecutivo central (la última, ayer mismo, en boca del propio Rajoy), Convergencia se echa al monte y lanza una propuesta cuyo único propósito es ir contra el Estado, es decir, contra todos los españoles. Mas sabe que no existe cauce legal alguno para la consulta y su objetivo, por tanto, es enfrentar a los catalanes con el resto de España, conjugando el tradicional victimismo nacionalista (el célebre y mentiroso «España nos roba») con sus urgencias económicas, agravadas por la nefasta gestión que CiU ha hecho de la crisis desde su regreso a la Generalitat. El batacazo electoral parece haber multiplicado la insensatez de Mas. Antes de sellar el pacto con ERC, lanzaba otro desafío al aprobar un impuesto regional sobre los depósitos bancarios, otra de las exigencias de ERC. La deslealtad de Convergencia con el Estado -con la inestimable ayuda de Unió- ha alcanzado su punto máximo. Y deslealtad también con los catalanes, a los que ha prometido una Cataluña independiente dentro de la UE, sin encontrar ni un solo apoyo exterior relevante a su embuste.

Es hora de que la Cataluña sensata se haga notar y alerte sobre un disparate que acabará con su futuro, y que el Gobierno y el resto de los partidos estén a la altura del desafío antidemocrático planteado por CiU. Es de esperar que el PSOE responda como dicta el sentido de Estado, aunque siempre cargará con la culpa de haber abierto a ERC la primera puerta hacia el gobierno. Y también ha de responder la sociedad civil. Los empresarios, por ejemplo, que deben abandonar su silencio y lanzar en público lo que solo se atreven a decir en privado: que la independencia es el suicidio, que Cataluña necesita a España (económica y socialmente) porque nunca ha sido otra cosa que España. No es casual que el envite coincida con que se esté empezando a abrir la puerta de la sentina corrupta que, presuntamente, se esconde tras las cuentas y trapicheos de dirigentes de CiU, que han llevado a un juez a embargarle su sede central. Vapuleado en las urnas y acosado por las denuncias de corrupción, Mas huye del Estado de Derecho, que personalmente ya le resulta incómodo. Quiere el suyo propio.


Jeremíaca
IGNACIO CAMACHO
La culpa histórica: Rajoy ha descargado sobre los socialistas una maldición bíblica, un anatema veterotestamentario
DESDE Toledo, capital imperial, ha tronado como un cañonazo la solemne maldición de Rajoy contra los socialistas: «Cargarán con una culpa histórica». Después de un abrasivo año en el poder, el presidente sigue encabronado contra sus antecesores y los apostrofa con un anatema eterno y casi hereditario; no sólo no parece dispuesto a renunciar al argumento del legado catastrófico sino que, irritado por los recursos del PSOE a sus medidas de ajuste, amenaza con pasárselo por la cara a sus rivales durante lo que reste de mandato. Si aún quedaba alguna brizna de esperanza de consenso voló el lunes entre los jarales del Tajo.
El mayor error de este Gobierno lo cometió antes de tomar posesión: minusvaloró la escala del desastre y, a pesar de su cantado triunfo electoral y de la famosa transmisión ejemplar de poderes, aterrizó en los ministerios sin un plan alternativo. Creyó que el desalojo de Zapatero serviría de bálsamo universal para la recuperación de confianza y que la sociedad recibiría al PP como si fuese un cuerpo de liberación nacional. Los críticos peor intencionados sospechan que sí atisbaban la situación real y prefirieron no considerarla en su programa para no meter miedo; más vale pensar que se trató de un pecado de ingenuidad o de arrogancia. De una forma o de otra, ese desfase ha marcado la legislatura al convertir al Gabinete en una máquina de incumplir promesas.
Sea como fuere, la cuestión no exime de responsabilidad a los autores de la quiebra del Estado, que en dos años delirantes provocaron un déficit del 11 por ciento sin mejorar un ápice el cuadro crítico, exánime, de la economía social. Atorado por los problemas que sus adversarios le recriminan después de creárselos, Rajoy ha descargado en ellos, con una gravedad retórica veterotestamentaria, la factura de un desgaste que se resiste a asumir en solitario. La culpa histórica parece una execración bíblica, una censura jeremíaca que pretende condenar a los socialistas a la travesía de un prolongado desierto de postraciones.

Pero la memoria contemporánea es volátil, presentista, efímera, y llegará un momento en que el Gobierno estará solo ante sus propios compromisos; la eternidad no existe en política. En realidad ya los ha asumido aunque no le guste; hay muchos votantes decepcionados del PP detrás de las crecientes pancartas de la calle. Al marianismo le ha faltado un relato competente y sólido de sus aprietos ante las dificultades heredadas, que sólo ha exhibido como recurso exculpatorio en momentos puntuales de agobio. Todavía puede apelar, en el balance del primer año, a la calamidad fresca y reciente de los cajones vacíos de dinero y llenos de facturas. A partir del segundo presupuesto, sin embargo, va a diluirse gran parte de las coartadas, por la misma razón que Wilde decía que desde de los cuarenta años todo hombre es responsable de su cara.

A por los tramposos



A por los tramposos
Curri Valenzuela
Hacienda y Empleo, o sea Cristóbal Montoro y Fátima Báñez, están cruzando los bancos de datos de sus respectivos ministerios en busca de defraudadores y, como dice el topillo, «los están encontrando por millares: las empresas que se escaquean de los pagos a la Seguridad Social, los autónomos que defraudan a Hacienda facturando de forma irregular, los que trampean con el cobro de las pensiones, los que trabajan haciendo chapuzas mientras cobran el paro… Solo ha hecho falta que los inspectores se pongan manos a la obra. ¿Sabes que los de Trabajo tenían como prioridad en la época de Zapatero investigar a las empresas para ver si cumplían con la ley de igualdad de sexos en la contratación?», me cuenta el topillo.
Báñez la ha emprendido contra quienes defraudan con las pensiones y con las prestaciones por desempleo desde que llegó a su ministerio hace casi ya un año y los datos recopilados en este período de tiempo son espectaculares: En el capítulo de pensiones, pérdidas para la recaudación de 117 millones de euros por parte de 70.000 beneficiarios que hacían trampas falsificando complementos a mínimo y situaciones familiares de viudedad o de orfandad; en el del desempleo, el 40 por ciento de los casos investigados a fondo por los inspectores han acabado detectando alguna irregularidad, sin bien es cierto que esas inspecciones se centran en colectivos donde el fraude es más común.
Montoro, por su parte, espolea a los inspectores de Hacienda para que detecten fraudes fiscales y se centra sobre todo en los ricos y famosos por aquello de sentar ejemplos. «El no tiene nada contra los famosos, pero es que no te puedes hacer idea de cuántos famosísimos están siendo investigados por facturar a través de sociedades de forma irregular y de las cosas que los inspectores están encontrando. Como salga la lista publicada, no se va a hablar de otra cosa», se chiva el topillo.

Dios dirá



Dios dirá
JOSÉ MARÍA CARRASCAL
¿Es la izquierda una subsidiaria de la derecha para corregir los excesos de esta, pero sin capacidad de crear riqueza, sólo de gastarla?

NADA ilustra mejor el desconcierto que reina en el PSOE que ese «Dios dirá» que su hoy máximo dirigente dedicó al futuro que les aguarda. Al dejar en manos de Dios la celebración de primarias y cuanto salga de ellas, Rubalcaba abdicaba de aquel principio socialista que pone en manos de los hombres su destino, dejando a Dios al margen del asunto. Ya sé que su intención no era ésa, que se trató de un «acto fallido freudiano», pero que se le escapase resulta revelador.

Revelador y preciso, pues el socialismo y la izquierda en general se hallan en una crisis aún más profunda que la económica, al afectar a su médula. Comenzó con el desplome del «socialismo real» o comunismo, y se hunde con la desaparición del Estado del bienestar que estamos sufriendo y presenciando, sin que hayan encontrado la fórmula para evitarlo. Cada vez que desde la izquierda nos gritan «¡Defender el Estado del bienestar!», dan ganas de preguntarles: «¿De qué Estado del bienestar están hablando?» Porque ha desaparecido mientras gobernaban, sin quedar apenas rastros de él en una economía mundial regida por la productividad, la eficacia y el esfuerzo, que son los valores contrarios a los que ellos defienden. Lo que nos hace pensar que la izquierda es una subsidiaria de la derecha, para corregir los excesos de esta, pero sin capacidad de generar riqueza, sólo de gastarla, y no siempre bien.

Para salir de este maldito dilema, los socialistas españoles se están inventando todo tipo de vías de escape, desde las más tradicionales a las más perogrullescas. Ya optaron bajo Zapatero por su favorita, aumentar el gasto público, con lo que sólo consiguieron vaciar las arcas del Estado y disparar su deuda. Siguió lo de «aumentar los impuestos a los más ricos», siempre tan decorativo. Sin duda habrá que hacerlo, pero eso no resuelve el problema, pues los ricos siempre pueden escapar adonde paguen menos impuestos, como está ocurriendo en Francia. Aunque lo último que se les ha ocurrido a nuestros socialistas recuerda el bálsamo de Fierabrás: federalizar España. Sólo a un tonto o a un desesperado puede ocurrírsele algo así. Primero, porque el proceso sería tan largo que el país se hundiría antes de que terminara. Segundo, porque no existe garantía de que la federalización acabaría con la crisis. Y tercero, porque el Estado de las Autonomías es una especie de Estado Federal, y ya ven cómo nos va con él.

Si los socialistas españoles quieren salir del pozo en que se encuentran, y de paso ayudar a España a salir de él, lo que tienen que hacer es dejarse de alianzas con independentistas y ultraizquierdistas, para acercarse al centro del país. Que es lo que Felipe González les ha recomendado, sin demasiado éxito. Algo que corrobora lo cerca que están del encefalograma plano.